Simón Bolívar debe estar retorciéndose en su tumba por tanto manoseo que le hacen a Manuela Sáenz. A su memoria histórica, claro. Porque a lo otro es casi imposible, pues sus verdaderos restos no existen. Ya sabemos que fue enterrada en fosa común y lo que hoy se pasea por la "América Bolivariana" son cofres que contienen tierra de Paita, en donde murió.
Hugo Chávez y Rafael Correa en celestinaje revolucionario post mortem hicieron posible que los restos de Manuela Sáenz reposen junto a los del Libertador. Un homenaje en el que juntaron los polvos de ambos luchadores. Cada uno en su cofre mortuorio, es verdad. Pero juntos, al fin.
Si bien este movimiento de tierras no tiene nada que ver con la revolución agraria debemos reconocer que es un gran avance revolucionario porque a más de ascenderle a Manuela a Generala le han ascendido con este acto a esposa y compañera oficial del Libertador ¡Por fin reunida la pareja revolucionaria en el panteón de Caracas! Junto al Padre de la Liberación, está la Madre. La revolución será total, cuando la familia esté completa y lleven los restos del Hijo de... la Revolución Bolivariana también al panteón.