lunes, 27 de febrero de 2012

Rafael el Magnánimo


Llegó el momento en que la presión internacional...digo...la presión arterial de su gran corazón actuó y concedió el perdón a los condenados. "Perdón pero no olvido" dijo desde las alturas a las que solo acceden los espíritus superiores, no sin antes dar la última (¿la última?) reprimenda a la corrupta, mentirosa y abusiva prensa. Su Majestad en un noble gesto de desprendimiento -como los que le caracterizan- se desprendió de 40 millones que los tenía ya en su bolsillo. Pero no! Esas son pequeñeces. Y no me refiero a los comparados con los 80 que pedía al inicio, no. Me refiero a que el vil metal no es lo que le motiva. (No sean maliciosos, los 600 mil USD que ganó al Banco Pichincha fueron para el espiritual fin de proteger a su familia como lo haría cualquier jefe de hogar).

Este desprendimiento material de Rafael Primero (siempre primero) nos brindó además la alegría de verlo dar un paso más en el ascenso, que tanto lo veníamos deseando, hacia la santidad.

¡A aquellos que dudaban de su MAGNANIMIDAD hoy por fin les ha quedado claro! Hubo mediocres que se dejaron engañar solo porque pidió tres años de prisión a la gente de EL UNIVERSO, por la demanda de 20 millones a dos periodistas de clase media que les obligaría a vender sus múltiples y peluconas propiedades, o por los malcriados apresados en la calle por hacerle muecas. ¡Miserables! ¿Dudar por eso de la magnanimidad de Rafael Primero? En sus cortas cabecitas no entendieron que todo eso era una estrategia para enseñarles que él es tan magnánimo que a último momento él llegaría a liberarlos de semejantes cargas. Qué bien que hoy el Compañero Presidente les puso en su lugar.Ya se quisiera esa capacidad la opinión internacional...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ave Magnanimus Rafael César!!!!