El Fiscal General del Estado, en un gesto de delicadeza con el Fiscal General del Estado se pidió una licencia a sí mismo. Como resultado El doctor Pesántez deliberó con el doctor Pesántez, y decidieron conceder al doctor Pesántez una licencia que evite que el doctor Pesántez ejerza influencia en investigaciones de la esposa del doctor Pesántez y de fiscales amigos del mencionado doctor. Se alejará de la Fiscalía un montón de cuadras durante una quincena, porque siempre habrá algún mal pensado que diga que ha manejado mal este asunto...
1 comentario:
Jajaja, faltaron Alberto Acosta y Martha Roldós, esos ¨ex-amigos¨ por los que también ponía las manos al fuego.
Su majestad debe tener a su alcance ingentes cantidades de Furacin para un tratamiento efectivo de sus ¨quemaduras¨.
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